Actos Escolares

Existe un importante riesgo en la tarea de conmemorar y celebrar las fechas fijadas en el calendario escolar.
Ese riesgo es la cristalización, la pérdida de sentido que convierte a los actos escolares en meras formalidades.
En la escuela hemos decidido que esto no debe suceder, y encontramos un camino posible para ello fundado en varios puntos.
En primer lugar, no podemos darnos el lujo de desperdiciar el tiempo escolar con acciones vacías de contenidos.
En segundo lugar, creemos que es necesario repensar cúales son los contenidos que queremos para estos casos. Porque hablar de vacío es relativo teniendo en cuenta que probablemente sí estemos enseñando algo a nuestros alumnos permitiendo que los actos se conviertan en formalidades. Pensemos qué cuestiones tratamos en los actos (identidades, tradiciones, historia, etc.) y nos daremos cuenta…
Acordamos institucionalmente en que el sistema educativo debe incluir en su agenda, en forma prioritaria, la educación en valores en el marco de una educación ciudadana que forme a los alumnos como ciudadanos autónomos, críticos, responsables y participativos, sobre una base de valores básicos. Valores básicos como respeto, solidaridad y responsabilidad que redefinan la actual preeminencia de valores pragmáticos y utilitarios centrados en beneficios individuales y materiales. (*)
En tercer lugar, con lo antes dicho, nos preguntamos concretamente ¿cómo hacer? ¿Qué hacer con los actos? ¿Cómo encararlos?
Tenemos en cuenta la forma de organización de los mismos, y aquí recuperamos la idea de participación en todo el proceso (desde pensar el acto hasta la puesta final) de la mayor cantidad posible de alumnos, de diferentes alumnos cada vez, y de la rotación de docentes coordinadores, en duplas generalmente, tanto de actos como de carteleras.
Intentamos incluir a la comunidad educativa, y como habrán leído en números anteriores de la revista y podrán hacerlo en este artículo, invitamos a personas e instituciones que aceptan compartir sus saberes y/o experiencias con nuestra comunidad educativa más directa (alumnos, familias, docentes).
Por último, lo que intentamos mostrarles en esta nota, es lo que podríamos tratar de definir como una vuelta más a los contenidos tratados tradicionalmente en cada acto. Actos que en su totalidad conmemoran o celebran hechos históricos que definen de una manera u otra nuestra historia y nuestra identidad.
Una vuelta más que implica, sumar a la recordación de los hechos (que en muchas ocasiones son interpretados de diferentes maneras, dichos por diferentes voces y tratamos siempre de incluirlas) un disparador que no desvirtúe la fecha a conmemorar y que conduzca a una reflexión comprometida por parte de los alumnos. Por ejemplo: acercar un concepto, acercarlo históricamente y pensarlo hoy, en la escuela, en la familia, en la sociedad. Esto modifica la estructura tradicional de un acto, porque entonces se hacen necesarios los debates, y por ende el aprender a opinar, a escucharse, a argumentar, a reflexionar…y aquí regresamos al principio, ¿no es esto trabajar para una «educación en valores en el marco de una educación ciudadana» como la qué definimos anteriormente?
¿Es posible?
Creemos que sí, lo intentamos acto a acto, y por esto nos empeñamos en contarles, número a número, parte de lo sucedido en nuestros actos a lo largo del año.
(*) Citamos aquí el Proyecto Educativo Institucional de la escuela.

Prof. Paula Russi
Artículo de la revista institucional «Comunidad Educativa»

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