40° aniversario de la Facultad de Ciencias Veterinarias
La suave mañana del sábado 3 acarició las memorias de los dos baluartes de la celebración, son ellos los primeros profesores y estudiantes lanzados, aquel mayo de 1969, a la osada aventura de dar a luz a la Facultad de Ciencias Veterinarias al abrigo de la gran epopeya zariniana cristalizada entonces en Universidad de Tandil, hoy arrolladora Unicen.
Organizadores de la remembranza, encabezados por el decano actual y su vice, Marcelo Aba y Eduardo Castro en ese orden, los recibieron en el Campus junto a familiares y demás invitados especiales. La cita instaba a unirse para echar una cariñosa mirada hacia atrás, que sirva de aliento y ejemplo de camaradería a la pujante marcha del presente.
Francisco "Pancho" Domenech, Gustavo "Negro" Blanco, Carlos Catalano, Osvaldo De la Canal, Jorge Villalba, Fermín de la Vega, Gustavo Llanos, Irma Ortega, Olga Molina, Miguel Desmaraz, Raúl Báttola, Renata Valsecchi, Alicia Erpelding, Alberto Dibbern y demás docentes de la etapa inolvidable estrecharon los primeros abrazos con la entonces corajuda muchachada (andan ya por los 60) que inspirara, con su encendida vocación, tanto esfuerzo fundador.
Todos los presentes se alinearon en la memoria compartida. El rector Roberto Tassara; Néstor Auza, senador bonaerense; los titulares de las sociedades argentinas de Medicina Veterinaria y Parasitologia; Lidia Pina (viuda de Zarini, el gran hacedor); Francisco Serrano (mano derecha de aquel); Perla y Luis Orquín (no docentes de la hora del nacimiento de la Universidad); también la colega Valentina Erdocia especialmente venida de la pampeana ciudad de General Pico, primera empleada administrativa de la Facultad; decanos de otras unidades académicas; dirigentes gremiales universitarios; consejeros académicos y superiores; docentes actuales; demás graduados y estudiantes.
Placa y árboles
Rezada una misa de campaña por el padre Marcos Picaroni y cantado el Himno Nacional, la emoción se corrió al Decanato reciclado donde Norma Rodríguez, Gustavo Menchón, Marcelo Ghezzi y Martín Mendy (hijo del primer decano) descubrieron la placa alusiva al preciado aniversario.
Enseguida, en un predio adyacente los alumnos de la primera hora Adriana Schettino, Guillermo Alvarez Reyna, Walter Barbieri y Bruno Bonadeo plantaron 4 castaños de la India en homenaje a los graduados y docentes fallecidos.
Sentidas expresiones
"Cuando me enteré que festejaban los 40 años de vida decidí venir para asociarme a le memoria de aquella experiencia. Parece mentira ver cómo ha crecido esto, al recordar cuando venía en el ´70 de La Plata, donde me recibí, a dar clase a la manga acá enfrente", soltó el doctor Dibbern, hoy secretario nacional de Políticas Universitarias.
Los discursos humedecieron ojos de adentro hacia fuera. Primero, el doctor Catalano improvisó una simbólica anécdota. "La primera vez que tuve que venir a este ciudad, fue un lunes. La noche anterior hice un personaje protagónico en un teatro porteño de Corrientes y Talcahuano; me trasladé rápido a Constitución para tomar el ómnibus sin posibilidad de quitarme todo el maquillaje".
Y siguió. "Arribado a Tandil, al entrar a la casa de calle Pinto, frente hoy al Rectorado, dos empleadas se miraron y me miraron, viéndoseles en la frente lo que estaban pensando. . . tuve que decirles -- soy el profesor de Fisiología -- porque no lo creían".
"Me dijeron -- Bueno… acá hay un alumno que lo va a llevar en moto donde tiene que dar su clase --. Nos montamos en una bicicleta y fuimos a dar clase a una confitería bailable", facilitada de día. Así arrancó esto que hoy existe -- ejemplificó -- con el compromiso profundo que inspiraba en nosotros, los docentes, la actitud de los alumnos. Por eso no cobrábamos pero igual veníamos, viajando de noche para no gastar en hotel".
Por su parte, el miembro de la camada de graduados del ´74 y uno de los organizadores de la celebración, Gustavo Carrera, recató después en su discurso la idea pionera, cuando. "En abril del ´68 dos jóvenes tandilenses (la historia dice que fueron el orador y Alvarez Reyna) charlando café mediante elucubraron una idea quizá quijotesca: crear en Tandil una facultad de Ciencias Veterinarias".
Establecido entonces contacto con "el doctor Osvaldo Marcelino Zarini, ideólogo, gestor y rector de la Universidad de Tandil, "nos escuchó y nos dijo: Estaba esperando que de las fuerzas vivas de Tandil surgiera una idea como la que ustedes acaban de proponerme".
Y tras numerosas gestiones al lado de cada vez más jóvenes el 2 de mayo del ´69 se dictaba la primera clase de Histología en el Círculo Médico. Quedaba así, grabada en la historia, la instauración de los estudios en Ciencias Veterinarias".
Perfiles institucionales
Luego, la no docente Cecilia Yrusalimsky reflejó la evolución del claustro hasta su actual posicionamiento en concepto de par de los demás, "un espacio que supimos conseguir y desde el cual seguiremos haciendo crecer con honor a esta institución que nos ha dado sustento y orgullo".
El rector Tassara, después de acentuar que "el desarrollo es permanente, y la creatividad e innovación de su gente no lo detendrá nunca", dibujó el perfil institucional del encuentro. "Esta comunidad – acentuó – ha construido con sus debates internos, aciertos y errores, una unidad académica de la que nuestra Universidad está muy orgullosa".
Por último, el dueño de casa, decano doctor Aba, trazó las principales líneas de una realidad facultativa ubicada a la vanguardia de los estudios veterinarios de nuestro país y reconocida y con presencia en el mundo entero por su calidad académica.
Reinauguración y galería
Los alrededor de 300 asistentes a la cálida convocatoria dieron marco también al descubrimiento de la placa institucional dedicada al reciclado del pabellón del Decanato. Retiraron el lienzo el propio Decano y María Cristina Lupidio, de la comisión organizadora.
De inmediato, se estrenó allí la galería consagrada a quienes fueron autoridades de la Facultad a lo largo de los 40 años y que luce retratos de los doctores Raúl Mendy y Víctor Zabalegui (ambos fallecidos), Osvaldo De la Canal, Néstor Auza, Carlos González, Pedro Soto, Pedro Steffan y Alejandro Soraci.
El clima de compañerismo adoptó gratas formas sociales en el Vino de Honor del cierre programado para el encuentro. A las históricas emociones de los primeros graduados mencionados se unieron las de Becaluba, "Chechu" Lisarrague y otros "locos lindos" del recordado principio, compartidas con los integrantes de la lucida organización, sumados Lidia Gogorza, Sergio Islas, Pablo Bergonzelli y Arnaldo Pisani.
Y llegó el adiós, lleno de satisfacción al comprobar que el abrazo simbólico más grande y fuerte había sido dado por las dos aventuras del conocimiento forjadoras. Por un lado la madre, zariniana ella e iniciadora de los estudios universitarios en Tandil y la región; del otro, la segunda hija que siguiera a su antecesora, Ciencias del Hombre.
Madre e hija, grande y pequeña, enriquecidas por un presente potente y esperanzado, gozaron la mañana suave de un recuerdo fortificante que bien sirve de ejemplo para la presente y futuras generaciones.