Jueves 4 de junio de 2020

El Programa de Posgrado en Educación de la Facultad de Ciencias Humanas lamenta el fallecimiento del profesor Héctor Arrese Igor en la ciudad de La Plata y lo recuerda con estas palabras:

Héctor fue y era hasta la actualidad, profesor de nuestro Programa de Posgrado, al que prestigió en numerosas oportunidades desde el año 2012, dictando algunos seminarios correspondientes al área de Filosofía e Historia de la Educación. Participó también de diferentes actividades académicas como Coloquios y Encuentros organizados alrededor de un diálogo entre filosofía y educación.

Fue también profesor de la materia Introducción a la Filosofía en cursos de graduación, mostrando en todas esas instancias la solidez teórica que acredita su currículum, investigador del Conicet, profesor de diversas universidades. Completó su formación filosófica en Alemania de donde retornó recientemente.

Pero Héctor o Toto, como le llamábamos, unía a esta formación teórica de excelencia y a una inteligencia privilegiada, una cualidad humana que lo distinguía. 

Sencillo y afable, generoso con lo que sabía, siempre dispuesto a colaborar con lo que se le pidiera, era de esas personas que aún viviendo en otro lugar siempre estaba presente. Dan cuenta de eso los tesistas de Doctorado y Maestría que dirigió y dirigía actualmente, sus alumnos y sus colegas para los que siempre tenía palabras cálidas y reconocimiento. 

Enterados de su muerte, todos los que lo tratamos coincidíamos en un sentimiento de gratitud hacia su persona, por la delicadeza y la dulzura de su trato, por la fraternidad y el compromiso con cada uno.

Para esta Facultad y para este Posgrado es una gran pérdida académica, como también lo es para el campo de la filosofía en Argentina.  Pero sin duda, es una pérdida irreparable por sus condiciones personales poco frecuentes en ámbitos donde, aunque lo denuncien como una falta, el trato respetuoso y cuidadoso con los otros, ha dejado de ser común.

Héctor era en su pasión por el pensamiento, en su esfuerzo por sustentar la racionalidad, en su solidaridad lo que tiene de mejor esta humanidad desorientada.