Jueves 14 de abril de 2016
INTERÉS GENERAL

“No me puedo concentrar…”, “me va a ir mal…”, “me voy a atrasar en la carrera…” son pensamientos recurrentes en muchos estudiantes frente a la proximidad de un examen. Si bien la ansiedad ante las evaluaciones es una reacción habitual que puede incluso actuar como un estímulo para lograr un mejor un mejor rendimiento, puede también encender una señal de alarma cuando se produce de manera continua y afecta a los jóvenes  tanto en el plano académico como emocional.