Desde la ciencia abren el paragûas

        El doctor Avto Gogichaishvili, quien tenía 20 años cuando su país, Georgia, victoriaba en las calles de la capital Tbilisi, su ciudad natal, la liberación del yugo soviético de 70 años coincidente con la caída del Muro de Berlín, es uno de los expertos partícipe éstos días en la II Bienal presentada por la Asociación Latinoamericana de Paleomagnetismo y Geomagnetismo a instancias del Instituto de Física Arroyo Seco de la facultad de Ciencias Exactas de la Unicen.

       Hoy, con 41 abriles, Avto es geofísico y vive con su familia desde 1999 en México, desde donde vino a Tandil vía Ezeiza y una combi invitado para participar en el citado debate científico y pronunciar una charla pública en el Centro Cultural Universitario sobre “El guardián de la Tierra”, tema de su reconocido dominio.

     Según anticipara ante el requerimiento periodístico habló acerca del origen del campo magnético terrestre, sus variaciones y aplicaciones a las ciencias de la Tierra, en especial a la Arqueología, que son “muy distintos y variados desde la capa tectónica de reconstrucciones paleo geográficas, determinación de edades de los objetos arqueológicos y de asentamientos humanos antiguos”.

      Sobre la antiquísima edad de nuestras sierras, envuelta a veces entre la realidad y el mito, fue terminante. “Es cierto lo que se dice, las elevaciones de los sistemas de Tandilia y Ventania son de las más viejas del planeta; pertenecen al período precámbrico”.

      Su tierra adoptiva es peligrosa en cuanto a temblores, cuestión que por supuesto Avto conoce al dedillo. “Pasa por allí un contexto muy complicado y peligroso. Es una zona de subluxción profunda de placa oceánica de la plataforma marina norteamericana que se mueve junto a la placa continental. “Existe actualmente – afirmó – un volcanismo activo asociado con temblores.

  “¿Si en Tandil hay posibilidad de afectación por una erupción volcánica? Creo que en Argentina la zonas volcánicas están distribuidas en Paraná, tierra misionera vecina al estado brasileño del mismo nombre, Salta y la zona de Patagonia donde abundan rocas volcánicas del período cretácico, es decir de hace ciento treinta millones de años. Los demás sectores no registran esa posibilidad latente, pero no se debe descartar”.

     La posibilidad de la llegada de un tsunami a la costa bonaerense también es remota, aunque no imposible, según Avto. “Pienso que no se puede desestimar del todo la producción de un maremoto en el Atlántico seguido de un tsunami que castigue las playas. Pero en estas latitudes es remotísima la ocasión de que ocurra algo parecido a lo que sufren Japón o Indonesia porque son condiciones muy diferentes, aunque no se debe descartar”.

     

CALENTAMIENTO Y CAMBIO

 

       El especialista -- son reconocidos sus contactos también directos hace un par de años con el grupo que en la Unicen encabezan las doctoras Ana Sinito y Claudia Gogorza -- dividió en su charla las consideraciones mediáticas de calentamiento global y cambio climático. “Son dos cosas distintas. Quizá mi punto de vista sea muy particular, que muchos colegas comparten y muchos no”.

    “El cambio climático existió siempre en la historia terrestre; ha habido siempre épocas de glaciación y épocas de sequía. Creo que ahora estamos viviendo algo transicional, y esto podría provocar calentamiento global, que para mí es un fenómeno más divulgativo y mediático que una catástrofe global como las noticias lo quiere hacer ver”.

     “Tenemos muy poco conocimiento acerca de lo que ha pasado antes porque no lo hemos vivido, inclusive si en comparación las modificaciones son, o no, más veloces. Las informaciones científicas se basan sólo en variaciones de paleoclima, es decir de glaciares, lagos, sedimentos marinos y otros parámetros, que son cambios indirectos que se pueden interpretar, con los errores correspondientes, como variaciones de cambio climático”, definió Gogichaishvili antes de entregarse a la charla.