Miércoles 1 de junio de 2011

Discursos del acto en Azul: Roberto Tassara

Discursos del acto en Azul: Roberto Tassara

  Y quiero contar esta joven historia de nuestra Facultad a través de los agradecimientos. ¡ Qué mejor manera puede haber de hacerlo, sino a través de quienes la hicieron posible! 

    Gracias, pues, a las autoridades y pueblo de Azul, que leyeron el inevitable destino de una facultad de Derecho, en la ciudad de los Tribunales. A Luis Miralles y el foro azuleño y al inclaudicable empeño de Eduardo Lapenta y Laura Giosa. Sin esas voluntades juntas nada habría comenzado, ni desarrollado.

   Gracias a los profesores de Rosario, y me permito hacerlo a través de nuestro profesor honoris causa doctor Ciuro Caldani y a esa Universidad que permitió comenzar a andar el camino hace casi 15 años.

     A los rectores que me precedieron y la comunidad universitaria toda que aceptó el reto de tener estudios de derecho en Azul. Especialmente a Néstor Auza, quien en momentos muy difíciles estuvo junto a esta comunidad para llevar adelante el emprendimiento.

    A los asambleístas del 2009 que aprobaron por aclamación la creación de la Facultad a poco de que me hiciera cargo del Rectorado. A la facultad de Agronomía, que los recibió en el Campus y compartió espacios para llegar a este momento. Y sobre todo, a alumnos, hoy egresados casi todos, que confiaron en nuestra Universidad, en Eduardo, Laura y sus colaboradores y en un municipio e intendentes que apoyaron financieramente los inicios, con todo el pueblo azuleño detrás.

    Y, por ahí, a comienzos de nuestra  gestión junto a Omar Losardo, a principios de 2009, mientras ya trabajábamos para obtener los dos tercios de votos para la Facultad, a los pocos días de terminado el receso de la secretaría de Politicas Universitarias, en mi primera reunión como rector con Alberto Dibbern, que me informa que en quince días deberían presentarse las obras que la Universidad solicitaba para el programa de infraestructura universitaria.

  Y allí comienza la segunda etapa de agradecimientos que me permiten contar la historia propiamente del pabellón que hoy inauguramos. Gracias a Alberto Dibbern, Juan Manuel Abal Medina y Abel Fatala, que acordaron en esperarnos una semana más para llegar con los legajos completos de 6 proyectos. Tengan en cuenta que nunca nuestra Universidad había participado del programa de infraestructura universitaria y de ahí nuestras demandas. comprendidas y avaladas por la decisión política de estos funcionarios de Educación, jefatura de Gabinete y Planificacion Federal.

    21 dias….gracias  entonces a Guillermo Corres,  secretario general, y a todo el equipo de la dirección de Obras, a quienes cortamos sus vacaciones desde fines de enero en adelante  y que en menos de un mes armaron los proyectos requeridos. Impresionante labor.

    Gracias a quienes conducen el programa de infraestructura universitaria. Hoy nos acompaña el arquitecto Macera. Gracias arquitecto y le pido las trasmita al arquitecto Santocono y vuestra gente.

     Y finalmente quiero contextualizar esta historia del pabellón y de otras obras que hemos acordado en el programa, y de otras muchas acciones que nuestra Universidad desarrolla.

Y esta contextualización comienza también con agradecimientos. Al señor ministro de Educación de la Nación, amigo Alberto Silioni, que ha tenido la deferencia de acompañarnos, cuando sé que su agenda era imposible; y a su equipo: Jimmy – Jaime Persick, Daniel – Daniel López, querido amigo y colaboradores del ministerio de Educación. Y pedirle señor ministro que lleve nuestro agradecimiento a la señora presidenta de la Nación. Sin dudas la gran responsable de que este pequeño acto exista, en el contexto del mejor momento que recuerde de las universidades publicas argentinas.

   Este programa de infraestructura universitaria fue creado, por Néstor Kirchner y continuado y agrandado por Cristina Kirchner. Pero también los aumentos salariales de docentes y no docentes que – no lo sé con exactitud – pero deben estar llegando al 900% desde el 2003 a la fecha.

    Y llevar la participación de la educación al 6,3% de PBI, cuando en el 2003 era del 2 y medio; y la repatriación de casi mil científicos, varios de ellos en nuestra casa, y el incremento de becas de grado, destacándose las bicentenario que acudieron en ayuda de miles de jóvenes.

    La creación del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. La formidable  intervención de las universidades públicas en el gran proyecto estratégico de la televisión digital terrestre y gratuita para todos, donde nuestra Universidad se ha convertido en uno de los nueve polos nacionales de producción de contenidos.

    Y el trabajo con todos los ministerios y secretarías. En nuestro caso, además de todo lo que he mencionado: con trabajo organizamos conjuntamente la expo--empleo con ofertas de 5000 puestos de trabajo,; con Cultura, las casas del Bicentenario; con Producción – a través de Sepyme –  10 universidades seleccionamos a emprendedores que han obtenido créditos a tasa cero para sus emprendimientos. A nosotros nos ha tocado hacerlo en toda la provincia interior

    Y cuanto más habría para decir, pero para no cansarlos quiero resumirlo en el documento del Bicentenario que todas, y remarco todas, las universidades publicas entregamos a la señora Presidenta el año pasado y que incluye todos estos logros y también los desafíos del futuro, con nuestro reconocimiento a estas políticas que lleva adelante el señor Ministro y que tanto nos alientan.

   Como he dicho otras veces: nuestra Casa ha tenido la fortuna de que estrategias preexistentes coincidan con las nuevas demandas que el gobierno nacional nos planteara a los universitarios.

   El punto final para los agradecimientos – culminó Tassara -- se remonta al comienzo de nuestra historia de gestión junto a Omar Losardo: gracias Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia, a quien primero contamos lo que nuestra Universidad es y lo que hace y lo que pensábamos consolidar y construir.

   Convencido él como nosotros de que nuestras acciones de compromiso social, búsqueda de la inclusión y apoyo al aparato productivo para ayudar a la creación de puestos de trabajo, constituyen un valor agregado indispensable para que en nuestros días se reconozca la pertinencia social de las universidades.

   Es con este camino recorrido y este contexto que hoy tanto nos alienta que estamos aquí para inaugurar el pabellón de nuestra facultad de Derecho, que da un paso más hacia su consolidación definitiva y que tanto  enorgullece a nuestra comunidad universitaria y , estoy seguro, a toda la comunidad azuleña.