El 19 inaugurará una residencia estudiantil en Tandil la Pastoral Universitaria
Está situada en el paraje Arroyo Seco. Celebrará, así, el vigésimo aniversario de su creación en Tandil. Dos de sus miembros directivos hablan de valores y sentimientos unidos tras las obras de bien comunitario.
Diálogo y servicio. Sobre estos dos pilares apoya su filosofía de acción la Pastoral Universitaria, entidad tandilense creada hace 20 años donde la Iglesia Católica deposita su presencia en el mundo de la juventud estudiosa.
Animada por ese espíritu lleva adelante múltiples actividades acompañando, desde la Fe, a estudiantes, docentes, investigadores y allegados en su propio camino de crecimiento humano y profesional.
A su vez, colabora con iniciativas que promueven el desarrollo cultural y comparte aquellos valores evangélicos que favorecen la transformación de la vida y la comunidad.
Toda esta visión esquemática tiene, en las residencias universitarias, un renglón especial desde que trata de ayudar en el desigual combate contra la crisis económica que libran los estudiantes, aliviando la gravedad del problema de vivienda con el que se topan los jóvenes foráneos.
En la actualidad son cuatro las residencias en funcionamiento, regidas por la Asociación de Pastoral. Tres de ellas funcionan en casas alquiladas, mientras que una lo hace en el inmueble propio de calle Montevideo 760. En total alojan a 25 muchachas y muchachos provenientes de una decena de ciudades y localidades de la región.
La nueva casa propia
El sábado 19 del actual será inaugurada oficialmente la quinta residencia, construida por la Pastoral en calles Olmos y Fontana, pareja Arroyo Seco, a escasa distancia del Campus de la Unicen.
De moderna concepción, el inmueble cuenta además de los dormitorios con cocina, comedor, salas de estudio con biblioteca, salón de usos múltiples para reuniones y conferencias, capilla, baños externos y espacios para actividades deportivas.
El objetivo material es, a través del pago sólo de una módica cuota mensual, facilitar a los jóvenes que se encuentran en situación económica difícil a emprender, o continuar, sus estudios universitarios o terciarios.
"En toda nuestra Diócesis, esta nueva residencia es la única construida por una Pastoral, algo que nos llena de orgullo", reveló el conocido y querido sacerdote Marcos Picaroni en un grato contacto mantenido en la Casa Parroquial de la Iglesia Matriz junto a Verónica Zunino, tandilense de 28 años, licenciada en administración de empresas y también dirigente de la Asociación.
Fervor y realidad
"Llegué a Tandil en el ´96 – contó el padre Marcos – y desde hace diez años me incorporé de lleno a la Pastoral atraído por la idea en la que trabajo con pasión: llevar la Fe a la práctica mediante la animación de muchas tareas en espacios formativos".
"Creo que esto se resume en una especie de marca registrada propia, que es la Fe practicada con obras, es decir volcada a la vida cotidiana".
"Así, por ejemplo, funcionó durante lo peor de la hiperinflación el comedor en esta Parroquia, que cubriera una necesidad muy grande, igual que los primeros pensionados", memoró el religioso.
Grupos de acción
Hoy, la Comisión Directiva tiene 15 miembros, los grupos de pertenencia cuentan con 45 jóvenes, entre estudiantes y graduados. También hay un grupo de docentes trabajando en distintos equipos de trabajo, entre ellos uno dedicado a la prensa radial, otro de profesionales que vienen a aportar su mirada de las cosas y a su vez espacios abiertos de participación. Todos ellos acrecientan la Pastoral hasta la dimensión de legión casi inmedible.
"En verano funciona el equipo solidario llamado "Manos a la obra". Hace tres años que va a Benito Juárez donde cada joven arma un proyecto desde la carrera que cursa, volcándose en cinco días de trabajo intensivo en beneficio comunitario", detalló en padre Marcos.
Más cerca de Dios
Verónica integra la Comisión Directiva y el grupo de graduados, al que se suman estudiantes próximos a serlo. "Somos los "viejos" – rió – que al dejar de estudiar formamos un grupo propio en la Pastoral desde 2001".
"La mayoría somos militantes católicos, junto a otros que andan buscando donde depositar la Fe y la voluntad que tienen de hacer el bien. Entiendo que a través de las obras es más fácil sentir la Fe en la presencia de Dios", afirmó.
"La Pastoral es algo que me llena, que me hace feliz. Más allá de las idas y vueltas de la vida es algo que siempre está bien. Siento que esto vale por uno mismo y por los otros, porque ayudando a los demás te ayudas vos".
"Además, empezás a ver que Dios te tiene en la palma de la mano. Que te va cuidando y que todo lo que ocurre, bueno o malo, va a estar bien. Algunos nuevos argumentan que Dios los dejó, pero no es así: Dios no los dejó, los lleva a caballito".
"Uno crece y madura siempre. La Fe, igual, día a día", entiende la encendida pasión de Verónica.
Riqueza de espacios
"¿Qué le hace falta a la Pastoral, al margen de dinero? gente que quiera colaborar. En este momento hay una riqueza de espacios de participación, tanto para docentes que quieran asesorar algún proyecto como "Manos a la obra", como acompañamiento de pensionados, grupos juveniles y hasta aportes desde la reflexión sobre temas de actualidad".
"A nosotros la Fe no nos achica la mirada sino que la amplía, ayudándonos a acercarnos mejor a la realidad. Por otro lado nos inculca un sentimiento de sincera colaboración con las iniciativas de las comunidades universitaria y local", subrayó el padre Marcos cual corolario del contagioso fervor de ambos .