El arte conecta la Universidad con los barrios
Estudiantes de la Escuela Secundaria N° 17 (Barrio Movediza, Tandil) protagonizaron una experiencia de construcción colectiva a través del arte plástico colaborativo y la escritura creativa, junto con articuladores territoriales de la UNICEN.
“Mateo, una criatura de la Move” está constituido por un mural andante y un cuento. Ambas fueron instancias complementarias y construidas a través de una propuesta de mapeo sensible y territorial que abrió muchos caminos creativos, análisis sobre el barrio, de su propia identidad, de los derechos, la participación ciudadana y la grupalidad.
La intención del trabajo fue construir una mirada crítica, con perspectiva social y un espíritu reflexivo a través del arte, con el propósito de aportar una voz a través de la palabra escrita, de la observación, del dibujo espontáneo, del debate, de las ideas e imaginarios, de los campos simbólico propios, comunes y colectivos.
Fueron 6 encuentros: 3 en la escuela y 3 en la sede del Rectorado (Pinto y Chacabuco) durante los cuales se trabajó sobre los nombres propios de los estudiantes, dándole identidad a un espacio vacío. También se diseñó un mapa donde comenzó a aparecer el barrio a través de la mirada de sus protagonistas: sus nombres, sus casas, sus lugares, sus luces, sus sombras.
Un trabajo colectivo y colaborativo
Mateo no es un chico de carne y hueso, es un personaje literario pero todos sus creadores son parte de él porque reúne realidades, emociones, temores, alegrías, deseos, sueños y aspiraciones de pibes de 6to año de la Escuela de la Move.
El proyecto contó con la participación de estudiantes de 6to año de la Escuela Secundaria N° 17: Edgar Antonio Aveiro, Lautaro Axel Bugna, Paloma Camiña, Lautaro Contrera, Silvina Díaz, Ludmila Guerazar, Magalí López Morena, Sofía Mas, Lautaro Massa, Cintia Moares, Máximo Ramón Paz, Maite Pellizari, Facundo Piriz, Bautista Ríos, Dante Risso, Tisciana Ruiz y Bautista Zalazar.
La experiencia forma parte de la línea Institucional ENTRAMAR que vincula el trabajo que se lleva adelante desde los Puntos de Extensión Territorial y la Mediación Cultural Trazos Abiertos del (Área de Cultura UNICEN) uniendo la extensión universitaria con la democratización de herramientas, saberes artísticos y culturales y derechos humanos; también se articuló con él Área de Derechos humanos, el programa "Proyecto de vida" y el acompañamiento pedagógico de docentes y directivos de la ES N° 17.
Actualmente, el Mural se encuentra en la Escuela N° 17 y comenzará a generar visitas y participaciones en eventos comunitarios y diversos espacios hasta tener su emplazamiento final en la misma institución de origen. Por eso es un mural movedizo.
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Mateo, una criatura de la Move
Mateo juega con sus ojos tristes y manos vacías. Es una criatura pequeña, que tiene el pelo revuelto y la cara sucia, se ríe y mira el mundo de reojo. Le gusta la plaza de los juegos viejos, una que está cerca de su casa donde hay unos arbustos que forman una cueva y entre sus ramas un asiento. Mateo se esconde y se sienta, saca de su bolsillo un pan y lo come mientras planea cómo entrar en la huerta que ve ahí a lo lejos. Se imagina volando, con una capa, convertido en pájaro gigante salvador de mundos, quiere ser importante como esos ‘seres hermosos’ que ve pasar por la escuela.
A veces ve los cerros y el mundo se vuelve bello…
Mateo cree en las causas nobles y se imagina juntando tomates y lechugas para llevar a su casa y a la de sus amigos. Entre sus pensamientos también se pregunta por qué en algunos lugares no hay agua limpia para tomar. Vuelve a ser un pájaro, esta vez con luces y estrellas y se imagina entrando a la cisterna de noche y trabajando duro para que el agua lo recorra todo… Hay personas trabajadoras que toman el colectivo. Mateo los imagina e inventa trabajos para cada uno.
A veces ve el mundo de rojo…
Ese color le gusta pero también le genera furia. Se imagina un río de piedras rojas que bajan desde lo alto y que caen en la plaza pintando de rojo los juegos y haciendo un ruido estruendoso como si fueran cañones, guerra, con seres con ceño fruncido que gritan fuerte “los de la esquina!!”. Se asusta y vuelve a pensar en el pájaro gigante que mueve alas y que se junta con otros pájaros.
A veces sueña con generarse su propia felicidad…
¿Qué es ser feliz?, se pregunta mientras piensa en La Move, la escuela, la seño, la plaza, el CIC, la huerta, la barraca, la capilla, el árbol quemado, la cancha, las calles de cemento, las de tierra, las plantas, las bolsas de boxeo, los perros…
A veces se divierte encontrando formas en los cerros
Vive en ‘La Move’ donde las cosas no están buenas siempre, hay calles con pozos, autos abandonados, se arman fogones en las esquinas, las garitas están rotas y a veces tiene miedo. Pero en la misma Move está la Piedra y un montón de historias, gente, sonrisas, encuentros, sus amigos, el colectivo que lleva y trae, los perros sueltos que no son de nadie pero son de todos. A veces se imagina en moto y quiere hacer sonar fuerte el caño de escape para que el mundo entero sepa que ahí está… que es él, Mateo, el soñador. Mateo antes de que se haga de noche vuelve a su casa. En la mesa hay pan y una olla con agua caliente para bañarse antes de que anochezca del todo, la mamá lo ayuda y cubre la puerta y las hendijas de las ventanas para que no entre viento.
A veces Mateo recuerda…
Sabe contar, enumerar, sumar, restar. Se pregunta: ¿cuántas cosas más podría aprender? Memoriza las tablas en la escuela. Se pregunta: ¿qué sería importante tener en la Memoria? A veces Mateo hace MEMORIA… En el trayecto en el colectivo desde la Move al Centro, Mateo observa con atención. ¿Observar y ver es lo mismo? ¿Esto que veo, es lo que quiero ver? se pregunta. ¿Los demás verán lo mismo que yo? Una señora tiene las uñas largas y amarillas, parecidas a las que se hace su hermana, una mujer está enojada y le pregunta a otro “Hermano, ¿en tu cuadra pusieron cámaras?”. Hay una señora con una campera rosa, tiene muchas bolsas y unas chancletas ¿No tendrá frío? Se pregunta Mateo. Una señora grande no tiene tarjeta y pide prestada una. Por suerte alguien le da. YO no puedo, piensa Mateo.
A veces quiere volver al arbusto y volver a soñar…
La ciudad cambia, en el barrio se ve el Cerro y el horizonte, la gente camina por la calle y hay chicos jugando en la vereda. A veces hay caballos sueltos, una oveja, muchos perros, gatos… En el centro, en cambio, hay edificios altos, la gente camina más rápido y está apurada, van y vienen. Algunos edificios tienen las puertas abiertas, pero a Mateo le da miedo entrar…
A veces Mateo vuelve a imaginar como cuando está en el arbusto… Busca un ladrillo, va al edificio de puertas abiertas y ahí, escribe: MATEO, una criatura de la MOVE.