Viernes 24 de abril de 2015
Tandil

EMOTIVO HOMENAJE A GRATTON

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Un sentido homenaje recibió este jueves el científico de la UNICEN, Roberto Gratton, en el marco de un breve acto en el que participaron científicos del Instituto de Física Arroyo Seco (IFAS) –que ahora lleva el nombre del fallecido investigador-, integrantes del CCT Conicet-Unicen, de la CIC, autoridades de Rectorado y de Ciencias Exactas; ex rectores, docentes, no docentes, y familiares que se acercaron al campus universitario.

Javier Diez, compartió con los presentes una semblanza de Gratton:

“Nos reunimos hoy, tal como lo hacemos cada 23 de abril, para celebrar un nuevo aniversario de la creación de nuestro Instituto. En esta oportunidad, se trata del cumpleaños número 32. Pero, esta vez es muy especial, porque también nos reunimos para recordar y conmemorar a nuestro querido primer Director, fundador y mentor de esta institución, incorporando su nombre al del Instituto que él creó.

El Dr. Roberto Gratton, quien fuera nuestro colega, amigo y maestro para mí y muchos de nosotros, nos dejó físicamente el pasado 7 de noviembre luego de padecer una corta, pero terrible enfermedad. Como no podía ser de otra manera, ésta lo sorprendió trabajando arduamente en ciencia, tal como lo hizo toda su vida. Aún cuando estaba jubilado desde hacía ya un par de años, él siguió sus tareas con nuevas ideas y pensando siempre en el desarrollo profesional de quienes lo rodeaban. Porque así era Roberto: imaginaba, creaba, convocaba, trabajaba codo a codo, y luego, cuando ya el proyecto y la gente había madurado lo suficiente, dejaba que otros así formados pudieran continuar y progresar con el mismo, para dedicarse a buscar una nueva vacancia, una nueva necesidad, ya sea en el ambiente científico como institucional. E ir allí a generar un nuevo emprendimiento donde no había nada. Muchos ejemplos de este tipo podemos mencionar a lo largo de su fructífera carrera, que trataremos de recorrer brevemente hoy.

Roberto fue hijo de un destacado astrofísico italiano que vino a nuestro país y desarrolló parte de su trabajo en los observatorios de Córdoba y La Plata, donde pasó parte de su infancia. Sus padres le inculcaron, junto a sus numerosos hermanos, muchos de ellos destacados investigadores en EE.UU y Europa, un profundo amor por la ciencia, y la seriedad y dedicación al trabajo que fueron sus características durante toda su vida. Aunque volvió posteriormente a Italia, donde completó sus estudios doctorales en la Universidad de Roma, mantuvo siempre profundos vínculos afectivos con la Argentina. Sus trabajos en confinamiento inercial de plasmas por láser para producir fusión nuclear controlada le ganaron reconocimiento internacional en un área en aquél entonces incipiente.

Dejando un promisorio futuro en Europa, decide volver a la Argentina. Su retorno, no exento de dificultades y problemas, que él nunca mencionaba, fue gran parte debido a su deseo de contribuir al progreso de la ciencia en nuestro país. Luego de su retorno, se desempeñó como profesor en la Universidad de Buenos Aires donde dirigió el trabajo experimental del Laboratorio de Física del Plasma de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, actualmente INFIP, un instituto del CONCET. Allí formó un importante número de discípulos, muchos de los cuales vendrían con él a Tandil.

Fue en 1981, cuando su visión y voluntad pionera lo decidió a radicarse en Tandil por iniciativa del entonces Rector Dr. Cruz, quien deseaba promover de esta manera el desarrollo de laboratorios de investigación en Física en nuestra Facultad de Ciencias Exactas. Como parte de esta iniciativa se construyó en 1983 este edificio, el segundo del Campus, donde el Dr. Roberto Gratton creó y dirigió el centro de investigación, que hoy se denomina Instituto de Física Arroyo Seco (IFAS). A partir de entonces su compromiso y voluntad de trabajo se encaminó a desarrollar y apoyar una amplia serie de acciones en los varios cargos que ocupó dentro de la universidad. Entre estos cargos podemos mencionar los siguientes de manera casi cronológica y no exhaustiva: a) Director del Departamento de Física de la FCEx (1987-1992), b) Decano de la FCEx (1992-1998), c) Secretario de Ciencia, Arte y Tecnología de la UNCPBA (2001-2006), d) Consejero Superior (2007-2008), y e) desde 1988 a 1999 integró el Directorio de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires.

Desde 1974 fue miembro de la Carrera del Investigador del CONICET, llegando a la mayor categoría en 2006 como Investigador Superior.

Pero más allá de los cargos que desempeñó, fue la cantidad de iniciativas e impacto de las mismas lo que caracterizó su actividad. Algunas de éstas son las siguientes:

1) Fundó y dirigió el actual IFAS (1990-1998).

2) Fue mentor de varias líneas de investigación, que van desde la física del plasma, los fluidos y los láseres, hasta la física ambiental.

3) Dirigió 13 tesis doctorales, y formó decenas de investigadores en varios temas de la física actual.

4) Promovió la creación de otros institutos de investigación en la FCEx, tales como el Isistan, el Pladema y el de Ecosistemas.

5) Organizó las actividades de investigación en toda la UNCPBA bajo un esquema de Núcleos de Investigación. Esto permitió establecer un sistema equitativo de financiación de estas actividades, el cual hoy permanece en vigencia.

6) Promovió la creación del Doctorado en Física, el cual actualmente es reconocido como de categoría A en nuestro país. Este fue el primer doctorado de la UNCPBA.

7) Promovió el desarrollo de la unidad de extensión universitaria de Quequén.

8) Creó en 1989 la revista “ Anales de la AFA”, la cual condujo con gran dedicación y esfuerzo hasta 2010.

9) En 1989 creó e impulsó la Reunión Bienal de Fluidos, cuya 13era edición se realizara nuevamente en Tandil el año pasado.

Además de haber llevado adelante tantas iniciativas en su carrera, el Dr. Gratton también ha dejado un impronta imborrable en todos los que tuvimos la fortuna de conocerlo personalmente y trabajar a su lado. Su actitud franca e intelectualmente honesta siempre dio lugar a una relación afectuosa con quienes lo conocieron, de manera tal que sus alumnos siempre lo vieron como un verdadero maestro de quién no sólo podían recibir amplios conocimientos científicos sino también un alto grado de valor moral en sus enseñanzas.

Todo su accionar fue siempre innovador y fundacional. Su humildad y dedicación al trabajo lo llevó siempre a apoyar y poner en marcha proyectos e iniciativas a los que su clara visión consideró como de relevancia para construir un sólido futuro para las instituciones a las que perteneció, la ciencia en general y para nuestro país. Toda su actividad la hizo pensando más en los demás que en la búsqueda de logros y reconocimientos personales. Su desinterés por los premios y adulaciones, como así también por la permanencia en los cargos fue otra de sus características sobresalientes.

Ninguno de estos logros hubiera sido posible sin su actitud optimista basada en su profunda esperanza por un futuro mejor aún en los momentos más duros y desalentadores a los que ha tenido que enfrentar la actividad científica en la Argentina.

Es por todo esto que la vida y obra del Dr. Roberto Gratton trasciende y se proyecta hacia las generaciones siguientes. Su grandeza moral y humildad ante sus importantes logros son un espejo inspirador para los que deben continuar en el trabajo de desarrollar la ciencia en nuestro país.

Entonces, como una forma de honrar y recordar el legado de Roberto, es que los integrantes del IFAS hemos promovido agregar el nombre de 'Dr. Roberto Gratton' al nombre de nuestro querido instituto.

Sobre Roberto Gratton: Un relato personal

Vittorio M.Canuto, NASA and Columbia University, New York

En 1964, yo era un jóven científico trabajando en México donde había un famoso astrónomo, Dr. G. Haro, quien había invitado a Livio Gratton, el padre de Roberto, a dar un seminario en la Universidad. Livio venía desde Argentina en su paso hacia Italia, adonde había regresado hacía ya algunos años luego de haber tenido un fructífera estadía en Argentina. Lo encontré en el hotel, y me quedé sorprendido por su deseo de no hablar de otra cosa que no fuera de ciencia, la mía o la de cualquier otro. Yo conocía a Livio de nombre por su trabajo y legado de lo que había logrado en el país, el cual era conocido por todos. Cuando me preguntó por qué yo había dejado Italia, mi respuesta sincera fue 'porque ud. no estaba alli y nadie más me hubiera acompañado allí en hacer astrofísica'. Yo poco sabía en aquel momento lo que Livio crearía unos años más tarde: el primer grupo de verdad en astrofísica (y lo digo con conocimiento de causa). Hay una palabra para eso, y es 'pionero', lo que encaja perfectamente en la personalidad de Livio.

Hacia finales de los 80, aproximadamente 25 años más tarde, conocí a Roberto en Tandi. Me sorprendió la similaridad física con su padre, y tan similar en todos los aspectos que la frase Talis pater, talis filius (de tal padre, tal hijo) adquirió un significado preciso. Llegué a Tandil directamente desde Nueva York sin parada en Buenos Aires para descansar. Debo haber estado absolutamente impresentable, pero Roberto y su esposa Nora me recibieron con un afecto tan genuino como transparentemente sincero que hizo que me sintiera en casa inmediatamente. El workshop había sido organizado junto con Constantino Ferro Fontan, un caballero de   antaño quien compartía con Roberto su amor incondicional y pasión por la ciencia, pero algo más también, lo cual a lo largo de los años aprecié aún más que su productividad científica.

Me pregunté si, por encima de la semejanza física con su padre, Roberto también compartía el deseo, la necesidad de dejar un legado, un ejemplo, un patrón de lo que un verdadero científico en un medio académico debería dejar, y ahí creo que yace la mayor contribución que deja Roberto.

Aunque soy mayor que Roberto, ello no me hace para nada más sabio. Pero, pemitanme sugerir que escribir trabajos científicos (papers) como todos lo hacemos, es un emprendimiento para nuestro ego, mientras que quitar tiempo de esta tarea para mostrar a la gente joven cómo convertirse en científicos es el camino menos egoísta que uno puede tomar, pero uno que deja una marca mucho más grande y perdurable de quienes somos en realidad. Escribir papers es la respuesta natural a la presión de los pares, crear nuevos científicos no lo es, es un acto de auténtica generosidad y por ello, tanto más admirable. Y Roberto no tenía par en eso. Yo puedo haber escrito más papers que Roberto, pero no tuve su visión de crear un legado, no de su pluma sino de su corazón. En eso, Roberto fue mucho mejor que yo. Argentina ha perdido a un caballero, pero las generaciones que vienen recordarán su sonrisa amable y su gran corazón, un legado del cual su padre seguramente estará muy orgulloso.