Lunes 23 de diciembre de 2019

En el último Consejo Académico de la Facultad de Derecho de Azul se aprobó el uso del lenguaje inclusivo.

Se aplicará de la siguiente manera:

1) se reconoce la validez del lenguaje inclusivo en las producciones académicas, administrativas, técnicas y de cualquier otra índole que se generen en los claustros docentes, estudiantes, graduadxs y no docentes de esta Facultad;

2) se conformará una comisión de asesoramiento interclaustro que brinde capacitaciones y asesoramiento en este sentido a todas las personas de la comunidad universitaria que lo requieran.

3) se invita a estudiantes, docentes, graduadxs y no docentes a reflexionar sobre sus documentos, prácticas y procedimientos para evitar la discriminación por identidad de género.

4) se procura la utilización del lenguaje inclusivo en la comunicación institucional de la Facultad, y en los actos resolutivos, de decanato, Consejo Académico o dictámenes de Secretaría.

5) se adopta, de manera provisoria y como modelo orientativo, el “Manual pedagógico sobre el uso del lenguaje inclusivo y no sexista” adoptado por la Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos y Cancillerías del MERCOSUR y Estados Asociados (versión 2018), hasta tanto la comisión de asesoramiento realice una propuesta particular en este sentido.

Los motivos son los siguientes:

En primer lugar, cabe atender a lo establecido por las leyes 26.743 de Identidad de Género, 26.150 de Educación Sexual Integral, 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, y 27.499/2019 (“Ley Micaela”) de capacitación en género, obligatoria a todas las personas que integran las instituciones públicas.

En particular, teniendo en cuenta que la ley de Identidad de Género, en su artículo 1 inciso c, sostiene que toda persona tiene derecho a ser tratada conforme a su identidad de género, resulta imperativo deconstruir el binarismo de género de nuestra lengua, e incorporar nuevas formas socialmente utilizadas.

Las lenguas resultan ser construcciones socio culturales en constante proceso de adaptación, cambiando como consecuencia del uso lingüístico de los/as hablantes. Las modificaciones propuestas, que implican una ruptura con el binarismo de género, constituyen el resultado de procesos sociales que buscan incluir y representar a todas las personas en condiciones de igualdad.

El lenguaje sexista es un tipo de lenguaje que emplea expresiones que invisibilizan, subordinan, degradan o estereotipan a las mujeres y otras expresiones del género. En pocas palabras, la exclusiva utilización del masculino genérico excluye la presencia y experiencia de mujeres. Frente a ello, se propone adoptar un lenguaje no sexista o con perspectiva de género, que consiste en adoptar prácticas de expresión verbal -oral y escrita- que revierta la situación discriminatoria y el ocultamiento de los géneros no-masculinos. La utilización de un lenguaje no sexista implica evitar la ambigüedad de ciertos mensajes y busca poner de manifiesto la presencia de la mujer en el discurso.

 

Siguiendo el “Manual pedagógico sobre el uso del lenguaje inclusivo y no sexista” editado en 2018 por la Reunión de Altas Autoridades en Derechos Humanos y Cancillerías del MERCOSUR y Estados Asociados, podemos decir que el lenguaje no exista implica, entre otras cosas: a) incluir y hacer visibles los géneros; b) evitar estereotipar a las mujeres según roles tradicionales asignados (madre, esposa, cuidadora); c) evitar expresiones verbales que den la idea de minorización de la mujer respecto al hombre relacionándolas únicamente con valores de debilidad, complemento, dependencia, etc. y no como personas activas e independientes conscientes de su propia vida, con sus derechos y deberes; d) evitar reflejar androcentrismo, es decir, la consideración de que el hombre es el centro del universo, modelo y medida para todas las cosas, incluso en el lenguaje, haciendo invisibles a las mujeres.

Vale destacar que, en la medida en que se trata de un fenómeno discursivo cuyo sentido y eficacia pertenecen a las tensiones y disputas por transformar el mundo social, la adopción del lenguaje inclusivo de ninguna manera comporta un riesgo de ininteligibilidad de la lengua.

Sin perjuicio de lo expuesto, también tenemos en consideración la complejidad que tienen los actos administrativos, en especial los documentos dirigidos a otrxs interlocutores institucionales, pero es de fundamental importancia que esta Facultad pueda ser productora de documentos en lenguaje inclusivo, y en la medida de lo posible acompañar la transición y generar una tendencia con respecto a esta ampliación de derechos.

Esta Facultad ya ha realizado importantes avances en la ampliación de derechos a la identidad de género y contra la violencia de género, como lo demuestra la aprobación del Protocolo de Actuación frente a Situaciones de Violencia de Género de la UNICEN, así como el Programa de Género de la UNICEN, del cual la Facultad ha sido promotora originaria; las diversas instancias de formación y difusión en materia de género, entre ellas, la recientemente aprobada Maestría en Estudios de Género, Derechos Humanos y Políticas Públicas; entre otras reivindicaciones.

La utilización del lenguaje inclusivo, no sexista o no binario ha sido aprobado por otros ámbitos académicos, como la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, La Facultad de Filosofía de la UBA, la Facultad de Ciencias Humanas de la UNICEN, la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO, la Facultad de Educación de la UNCUYO, la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC, entre otras.