IV Congreso de Teatro Comparado: justo y feliz homenaje de la UNICEN a la dramaturga Griselda Gambaro
El Rectorado la distinguió como Visitante Ilustre de la Universidad. La exitosa dramaturga porteña recibió una sentida demostración en el Aula Magna, que cerró mediante una sabrosa charla compartida con el crítico de arte Carlos Pacheco.
El clima apropiado lo puso el pasado jueves en el Aula Magna la exhibición del documental sobre el primer festival de artes escénicas Tandil Teatro ´09. A medida que rodó el video realizado por el equipo que formaran Claudia Speranza, Mariano Ferro y Juan Pablo Pintos, ganador entonces del concurso de proyectos de corto metraje, los presentes fueron tomando acabada conciencia del valor de lo hecho por aquella Escuela Superior de Teatro, hoy Facultad de Arte.
Sí, la amalgama entre pasado y presente colocó así imaginables lauros institucionales sobre los ocupantes del estrado: el rector actual contador Roberto Tassara, el decano doctor Carlos Catalano y el doctor Pablo Moro Rodríguez, titular de la organización del IV Congreso Internacional-Argentino de Teatro Comparado que se despliega hasta este sábado en Tandil.
Pero al mismo tiempo, con la sola mención de las tantas obras de la dramaturga porteña Griselda Gambaro llevadas a escena desde el comienzo mismo de la Escuela pionera, su estampa, presente en la primera fila en calidad de invitada especial, fue creciendo en los espíritus dispuestos a dejarse llevar por la calidad simple y profunda de su talento escritor.
Primero Moro, le dio la bienvenida, mientras aprovechaba para calificar su labor como “una obra que no deja indiferente”. Después, Catalano expresó “la felicidad de tenerla entre nosotros a quien aunó el teatro, la poesía y el compromiso desde la época histórica de la Escuela inicial”.
Y expresó “al recordar las puestas de “Las palabras, La mala sangre, Las paredes y ahora saberla acá estamos inundados del cielo que significa Griselda”.
Por último, Tassara memoró haber formado parte hace 30 años del elenco de la obra “Las paredes” y acentuó la “gran satisfacción institucional y personal que representa rendirle tributo hoy”.
La lectura del curriculum completo llevó, con su renuente venia, varios minutos, destacando su participación en Europa y el regreso a nuestro país en el ´83 recibiendo la distinción de Ciudana Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su gran obra cultural dio contenido a un magnífico video personal seguido con dulce unción por el auditorio y coronado por un aplauso estruendoso.
De inmediato, tras un ramo de flores entregado por el decano Catalano, el Rector puso en manos de la emocionada escritora el presente que la declara Visitante Ilustre de la Universidad Nacional del Centro. Los aplausos repitieron su intensidad, esta vez de pie.
Ya conseguido el clima de perfecta sensibilidad, como si todo lo dicho hasta allí fuera poco la noche dedicada a Griselda regaló una charla, amenísima, con el crítico teatral invitado Carlos Pacheco.
Ambos, desmenuzaron preguntas y respuestas que signaron, entre otras tantas, sabrosas expresiones de la mujer de letras como “Cuando una obra se pone en escena, ya no es mía, pertenece a los demás”, “Si la emoción que se siente no es fuerte, entonces no se escribe, se calla”, o “No sólo pienso en el aquí y ahora, sino en el después y en otro lado”.
La justa y feliz convocatoria de homenaje ungió a Griselda con la intensa emoción del reconocimiento. Su menuda figura creció para todos. Es más, se hizo enorme, gigante.