Martes 15 de marzo de 2011

Lo que precisa el nuevo proyecto académico

Lo que precisa el nuevo proyecto académico

    Con antelación al acto oficial que dejara inaugurado, el 14 del actual, el ciclo lectivo de la nueva carrera de la Subsede Quequén de la Unicen una mesa de café integrada por funcionarios lugareños y tandilenses, docentes e investigadores prestó cordial análisis al espíritu que encierra este avance dedicado a la Logística Integral.

     Del intercambio de opiniones surgieron las dos principales caras de tal fundamento que lo diferencian de los anteriores desarrollados durante los 15 años de trayectoria que lleva la Subsede.

    La primera de ellas es la exclusividad académica que le otorga el hecho de que no se cursa en otra Universidad. Aunque la principal, más sobresaliente aún para la comunidad que la imparte y la sociedad que la demanda es que, en esta ocasión, ya no se trata de comienzos de carreras que luego deben proseguirse en distintas facultades ubicadas en Olavarría o Tandil, sino que puede estudiarse integramente en Quequén, requerimiento de fundamental valor para la matrícula local y regional que la necesita.

        Sobre esta base, las conversaciones no se plantaron sólo en la auspiciosa actualidad, sino que apuntaron a lo que debe hacerse para que el proyecto no fracase, una suerte de fantasma para la marcha de la Subsede, plena de anteriores percances superados no sin gran esfuerzo.

    De lo escuchado en tal sentido sobre esta asignatura surgen, mirando también su horizonte, otras necesidades encadenadas. “Que empiece y termine acá es fundamental – se oyó – porque el estudiante necochense quiere terminar su estudio acá, sin tener que irse de la casa un año después”.

   Se dijo al mismo tiempo que resulta vital que sea única, orientada a una necesidad específica local y regional como es la que reclama el desarrollo de la logística portuaria.

   Pero lo que en adelante reclama la consecución de su fundamento es que se vea acompañada de una filosofía expansionista, lo que quiere decir que la facultad de Ingeniería procure que crezca convirtiéndose con el paso del tiempo en una unidad autónoma. Es preciso que prevalezca ese deseo desde el arranque mismo de la carrera.

    Por supuesto, no faltó en la charla una línea insustituible del esquema requerido. Se trata del financiamiento futuro, que necesitará la inclusión en el presupuesto nacional. “Para empezar – dijeron – está muy bien que los fondos provengan del municipio y las empresas, pero luego precisará que el Estado Nacional también le destine dinero para garantizar la estabilidad académica y administrativa”.

     La esperanza está en marcha, con firmes perspectivas de ponerse futuras ropas de palpable realidad.