
Dentro del marco del Programa Universidad para Adultos Mayores, dependiente de la Universidad Nacional del Centro, el día 25 de octubre, con los alumnos del Taller “Arte, Inmigración y Tandil” coordinado por la Prof. María de los Ángeles Pagola, visitamos, nuevamente, Capital Federal, como parte de los viajes del segundo cuatrimestre.-
En esta visita la docente del Taller invitó a la docente, Karina Rossi, coordinadora del Taller de “Decoración de Interiores”, por los temas que se irían a abordar, afines a su área. En esta oportunidad, el recorrido, tuvo características sumamente interesantes. Se intentó coordinar estructuras arquitectónicas academicistas con modernismo. El arte en una simbiosis con la religión, como muestras culturales de la sociedad. Que nos invita a reflexionar que símbolos se mantienen a través del tiempo y cuales vamos modificando en la evolución como seres culturales
Arribamos a Galerías Pacífico, donde la historia argentina ha dejado improntas considerables y hasta dolorosas. Edificio proyectado como sede de una tienda de departamentos comerciales, al estilo del Au Bon Marché de París. La fecha 1888, pleno apogeo de una elite con los ojos puestos en Paris. El uso pretendido en sus inicios no llegó a lograrse. Locales de comercios menores de diversos rubros, se unen en la sociedad Galería Florida. En los años ‘40, por inconvenientes económicos, fue vendida al Ferrocarril Buenos Aires Pacífico. Quien le legó su nombre. Entre 1945/47, se convierte nuevamente en galería comercial. Antonio Berni y su Grupo Florida pintan su hermosa y emblemática cúpula. Representando las diferentes actividades y valores del hombre y su vida en sociedad.
Pero, este lugar, de estilo neoclásico ecléctico, tiene una sombra negra en su historia. En los ’70 tienen un período de decadencia. Su sótano fue utilizado como centro clandestino de detención. El director de fotografía portugués, Arturo Santana, reconoció el espacio como el lugar donde estuvo detenido-desaparecido, durante 1976. A fines de los ’80 se la recuperó como la conocemos actualmente.
Ansiada experiencia era conocer el Centro Cultural Islámico Rey Fahd. Arquitectura de puro estilo árabe. Fue diseñado por el arquitecto saudí Zuhair Faiz, ocupa 3,5 hectáreas, cuenta con capacidad para 1600 personas. Cuenta con salas de conferencias y exposiciones, un colegio, teatro, y una biblioteca. La Mezquita, el lugar de culto, exhala un espíritu de oriente donde belleza y religión se entrelazan en el majestuoso ambiente. De su inmensa cúpula, pende una maravillosa y artística araña de una tonelada de peso, ilumina la alfombra oriental, que cubre en su totalidad el recinto, con típicos arabescos. Completan el conjunto, dos minaretes, que finalizan en una media luna, indicando La Meca. Uno de ellos llama a la oración, tradicional, de cinco veces al día.
Finalizamos el viaje en la Abadía de San Benito. Sede de Casa FOA 2015. Recorrimos los diferentes ambientes, relacionados con las celdas de los monjes, el claustro, el lugar de rezo privado, y la magnífica iglesia neogótica. Una estructura preciosa, no por ello menos solemne y majestuosa. Con la austeridad, ornamentista, típica del neogótico. Pero con detalles medievales, en los capiteles y las imágenes del Vía Crucis. Una cruz colgante que cierra por detrás del altar, la cúpula en el cruce del brazo mayor y el transepto, la belleza de cinco naves que permiten mayor luminosidad y un espíritu de paz, tranquilidad y armonía.
Interesante la propuesta de casa FOA. Observar las diferentes propuestas de los diseñadores. La creatividad, el arte, y una estructura diferente permiten un regalo a la imaginación.
El viaje fue placentero, relajado, y contamos con una empresa, Torrefuerte, de excelencia en cuanto a comodidad, atención y traslado.
Para finalizar, un grupo de personas agradable, entusiasta, divertido e interesado por conocer y compartir buenos momentos. Gracias por acompañar siempre.