Lunes 29 de junio de 2015
Tandil

REPERCUSIONES DEL CICLO HISTORICO REALIZADO EN PRODUCTORA UNICEN

REPERCUSIONES DEL CICLO HISTORICO REALIZADO EN PRODUCTORA UNICEN
REPERCUSIONES DEL CICLO HISTORICO REALIZADO EN PRODUCTORA UNICEN

Ya se está emitiendo por canal Encuentro la nueva creación de la productora de contenidos audiovisuales de la UNICEN. Se trata de “Historias de papel”, ciclo de 13 micros de dos minutos en los que mediante una original técnica artística se reconstruyen hechos históricos enmarcados en la luchas populares de Argentina y Latinoamérica.

Animación, dibujo, teatro de papel y maquetas en escala se unen a través de la cámara de televisión para dar vida a personajes y hechos como Mariano Moreno, Juana Azurduy, el cacique Arbolito, los 33 Orientales, la primera gran huelga argentina de los picapedreros de Tandil o la federalización de Buenos Aires, entre otros.

Con un gran equipo de trabajo y en coproducción con canal Encuentro, los contenidos de los capítulos fueron elaborados con el apoyo del Centro de Estudios Sociales para América Latina de la Facultad de Ciencias Humanas, para luego ser adaptados por los integrantes de la productora.

El director Esteban Miguez, el guionista Gustavo Primucci y el director de arte, Manuel Díaz Vigo dialogaron con este Diario sobre el año de trabajo que debieron atravesar para llegar a estos 13 capítulos y sobre la novedosa técnica en la que presentaron “Historias de papel”.

-¿Cómo comenzó este proyecto?

Esteban Miguez: -Con motivo del Bicentenario y a través de la Dirección de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, lo primero que se hizo fue un video para trabajar en las escuelas con formato de material didáctico. En ese momento hicimos la primera experiencia en formato de película pero era distinta porque tenía títeres y era bastante más infantil ya que los destinatarios eran alumnos de primaria.

Cuando vine a Tandil, le mostré la película a María Salceda y me pone en contacto con Gustavo Primucci y los ilustradores diciéndome que ya habían hecho el álbum de figuritas y ver si se podría hacer alguna otra cosa en el mismo sentido. Así fue que nos conocemos e hicimos un primer avance de una idea que se llamaba “Héroes y Heroínas de Latinoamérica”. Esto lo presentamos a Encuentro y el canal nos pidió que otra cosa.

Creo que el desafío más grande fue que venía de trabajar con un equipo de gente muy formada como Viktor Ahmed que es un dibujante muy conocido y descubrir que en Tandil había gente que estaba a la misma altura, con mucha capacidad, fue buenísimo.

A partir de ahí comenzamos a trabajar  en un ida y vuelta con Encuentro sobre cómo iban a ser los capítulos, qué temas íbamos a tratar y demás; además que nos dijeron que les encantó la técnica que usábamos para contar las historias.

Lo primero que nos pidieron fue que saquemos la parte infantil y lo hagamos más elevado, para un público más adolescente; y por otro lado que sea bastante realista por lo que las maquetas y distintas cosas debían contener mucho más realismo de lo que se venía trabajando en la película. Para eso fue que siempre buscamos historias que tuvieran mucha acción como situaciones de peleas, batallas, etc., porque ahí es donde comienza a jugar la parte linda de la técnica.

-¿Cómo eligieron las historias que iban a contar?

E.M.: Encuentro nos dijo que había poco material del siglo XIX y que es muy caro filmar material de esa época porque requiere mucha ambientación de época por lo que venía muy bien esta técnica porque perfectamente se podía dibujar un vestuario de ese siglo, los soldados, recrear las batallas o los ambientes sin la necesidad de filmar.

Gustavo Primucci: -Con ese parámetro fue que comenzamos a trabajar con el Centro de Estudios Sociales para América Latina (CESAL) de la Facultad de Humanas de la Unicén para trabajar con ellos el contenido y de forma conjunta. A ellos les encantó la idea y nos comenzaron a sugerir hechos históricos y personajes, la mayoría de Argentina pero otros no tanto aunque se cruzan con la historia Argentina que generalmente eran parte de los procesos de la independencia. Luego fuimos analizando cuales se adaptaban para lo que queríamos o se podían traducir a esta técnica y quedaron los 13 capítulos finales.

El último capítulo es especial porque es la única historia se remite de Tandil, del siglo XX, que tiene un protagonista colectivo porque contamos la huelga grande de los Picapedreros.

E.M.: -Estábamos por el capítulo 8 y todavía no teníamos el último por lo que tuvimos distintas idas y vueltas de historias con Encuentro hasta que llegamos a los Picapedreros y nos cerró a todos. Además es uno de los pocos capítulos que termina con una fiesta ya que generalmente tienen desenlace con muertes.

-¿Cómo se arma un guión para este tipo de técnica?

G.P.: -En ese momento es donde nos ponemos de acuerdo la parte de arte, de la realización general y el guión porque había cosas que eran muy lindas y no se podían filmar o eran muy ricas de contenido pero que en imagen eran aburridas o no pasaba nada. Yo lo que hacía era un recorte muy chiquito de todo lo que me llegaba.

Una vez que resolvíamos cuál era la historia, teníamos que ver cuáles eran los personajes principales, los secundarios y armar una pequeña historia de dos minutos, que dure dos minutos y que tenga un principio, desarrollo y fin. Por lo tanto fue costoso porque hay que contar una historia en poco tiempo y que se visualice en una técnica tan particular.

Con todo ese contenido y manteniendo siempre el espíritu y la esencia del hecho que se cuenta, algunas partes fueron ficcionadas para darle un poco más de dramatismo y de acción. De esa forma hay un narrador en off que es el que cuenta la historia sumado a los protagonistas de cada capítulo.

 

-Manuel Díaz Vigo: También buscábamos escenas principales que sean fuertes de arte o escenas grandes porque como no se puede resolver todo con personajes de primeros planos, ni tampoco monólogos largos porque son papelitos o perfiles que quedaban raros.

-¿Cómo fue el armado?

E.M.: -No es ni animación ni una filmación tradicional sino que es una técnica medio inventada que la fuimos desarrollando a medida que la hacíamos.

M.D.: -Nosotros trabajamos con Nicolás Vilela, Nicasio García y Andrés Llanesas que eran los dibujantes por lo que organizamos todo lo que se dibujaba como personajes, todo lo que se construyó como casas o mobiliario que algunas las teníamos o las inventábamos con otras cosas; y todo lo que eran lo natural como piedras, ramas y tierra se recolectaba y se usaba. Por otro lado los personajes estaban hechos sobre un papel que tiene una textura que quedaba bien en cámara, están dibujados a lápiz, pintados con acrílicos y entintados con microfibra negra arriba como si fuese una historieta. Luego se recortaban todos los papelitos, se armaban los personajes con varillas para que no se caigan; los que se movían hubo que resolver cómo lo iba a hacer o escondes que los estas moviendo, así que fue un laburo grande.

E.M.: -Además antes de armar los personajes, armamos lo que se llama un storyboard que son todos los cuadros o escenas completas que desde ahí salen los dibujos, además que hacíamos un proceso que es el animatic a través del cual dibujamos los cuadros a mano y le poníamos los diálogos, la música y el locutor para saber cuánto tenían que durar las escenas para luego trasladarlos a la filmación.

M.D.: -También lo utilizamos para hacer escenas que no sirvieran porque al principio nos pasó que algunas no iban y armar una escena te lleva 4 horas, entonces para no perder tiempo tratábamos de resolverlo antes.

-¿Y al momento de grabar?

E.M.: -Primero tuvimos que pensar cómo esconder las varillas porque te desconcentraban o te sacaban la atención de lo que queríamos contar, entonces tuvimos que inventar de qué manera lo haces. Luego descubrimos que la cámara narra muchísimo desde su lugar entonces tuvimos que encontrar los movimientos justos en espacios netamente reducidos porque una maqueta tenía, la más grande, un metro y medio de construcción. Eso con cámaras, equipos, luces y distintas herramientas que están diseñadas para filmar a personas de tamaño real.

Por lo tanto debimos encontrar el punto exacto del equipo técnico con Fabián Flores y Esteban Velazco fue muy importante a la hora de que todo se integre. Luego la edición y el sonido que además de la complejidad del proyecto en sí, canal Encuentro no acepta cualquier material porque viene de la Universidad sino que son tremendamente exigentes con todo: el contenido, los dibujos, guiones, estética, técnica, con todo. Al final filmábamos un capítulo cada cuatro días aproximadamente, pero en total de tiempo llevó cerca de un año. Igualmente fue totalmente positivo porque el producto final es de muy buena calidad y está buenísimo que todo lo pudimos hacer en Tandil.

La importancia de Tandil

-Entonces fue un trabajo arduo pero con profesionales locales…

E.M.: -Sí, si bien fue una coproducción de la productora de la Universidad con canal Encuentro, internamente también fue una coproducción. Por parte de la productora eran pocos en ese momento y el resto éramos todos externos que llegamos con una idea, una propuesta y una forma de hacerlo y la productora que en ese momento tenía una estructura muy chiquita, propició el lugar y el acuerdo para que un montón de gente pudiera hacerlo.

Eso es destacable porque no simplemente se reduce a una capacidad de producción propia sino que también amplía a la ciudad y un pudieron participar muchísimas personas.

FUENTE: ECO DE TANDIL