RESIDENTE DE MEDICINA DE ESPAÑA DESTACA EL SISTEMA DE SALUD TANDILENSE
Carmen Cortes Espejo, estudiante de medicina de la Universidad de Granada, España, cursa desde el 9 de agosto en la Escuela Superior de Ciencias de la Salud la Universidad Nacional del Centro con sede en Olavarría, gracias al acuerdo entre ambas casas de estudio.
En la actualidad, la estudiante se encuentra realizando su experiencia académica en el Hospital Municipal Ramón Santamarina de Tandil, como alumna, con la coordinación de la doctora Beatriz Baldaccini, a cargo del equipo docente de la Practica Final Obligatoria.
Carmen, además de tener una fuerte vocación por la medicina, tiene un espíritu joven y viajero, por eso emprendió este proyecto cruzando el charco. “Mi intención era venir a América; no sabía bien donde, deseaba conocer México, pero se dio la posibilidad de venir a Argentina y no lo dudé ni un instante”, explica, mientras se toma un recreo en su tarea cotidiana en el nosocomio tandilense.
Esas ganas de conocer el mundo, de estar cerca de otras realidades, hizo que hace unos meses estudiara y enriqueciera su curriculum en Italia. “Soy curiosa, inquieta, me gusta andar”, se describe Carmen, con vos pausada y acento dulce y amable.
Ese carácter le sirvió para ganarse la simpatía de sus tutoras: Rosana Fullone y Mercedes García Ritcher y de su compañera de residencia: Cecilia Álvarez, quienes las acompañan en la imagen que ilustra esta nota. “Me siento muy cómoda aquí, muy contenida”, cuenta y su sonrisa casi permanente es la mejor prueba.
Además, afirma que se sorprendió con la calidad del sistema de salud que conoció en la ciudad de las sierras: “Me llama la atención la organización y el buen servicio que se presta desde las instituciones de la salud pública”.
Durante estos días colabora en Ginecología y Obstetricia del Hospital Santamarina y espera que estas prácticas le ayuden a saber en qué especialidad continuar su carrera profesional. “Tengo tiempo para ir definiendo mi perfil, pero creo que continuaré en el área clínica”.
Por lo pronto, sin dejar de extrañar a sus seres queridos, Carmen disfruta de sus días en esta parte del mundo, trabajando, aprendiendo, soñando.