La historia de desigualdad entre varones y mujeres se remite a tiempos remotos. Empero, en la transición al capitalismo, la redefinición de las tareas productivas y reproductivas y de las relaciones varón-mujer, que fue realizada con la máxima violencia e intervención estatal, promulgó creencias, prescripciones y atribuciones que fueron asignadas en forma diferencial a varones y mujeres.