Breve historia del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas
El Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas tiene poco más de cuarenta años de existencia formal y solamente unos treinta como Departamento moderno, donde la investigación y el intercambio científicos forman parte de la realidad cotidiana. Explicar en forma breve pero clara cómo se pasó, en el lapso de pocos años, de un lugar donde heroicamente se impartían repetitivamente clases de índole solamente teórica en Física y Matemáticas, a una institución consustanciada con el principio de que la investigación es condición sine qua non para que una Facultad sea considerada como tal no es del todo sencillo.
Nuestra Facultad (creada en 1965) dictó, desde el principio, la entonces denominada Licenciatura en Ciencias Físico-Matemáticas, que posteriormente derivó en dos títulos separados, uno por cada disciplina. En su estructura, el Departamento de Física en sí juega un rol solamente en el aspecto docente. Esto significa que, en cuanto a la organización de las tareas de investigación, el rol no lo cumple el Departamento sino los Laboratorios que, al momento, son dos: el Instituto de Física Arroyo Seco (IFAS) y el Instituto de Física de Materiales Tandil (IFIMAT). Por lo tanto, cuando hablemos informalmente del “Departamento” nos estaremos refiriendo, en realidad, a los laboratorios antes mencionados.
Desde sus comienzos, nuestro Departamento fue evolucionando y podemos decir, con cierta satisfacción, que la existencia en una ciudad de provincia de varios Laboratorios de Física Experimental, ha llamado la atención de más de un visitante. Tal vez el relativo éxito se deba en parte a que, conscientemente o no, se siguieron los principios expresados hace muchos años por el Profesor Jorge Sábato: primero formar las personas, luego comprar el equipamiento y por último construir los edificios. Desde la creación de aquella Licenciatura, podemos decir con bastante propiedad que la historia de nuestro Departamento se divide en dos grandes períodos.
El primero de ellos estuvo enmarcado por una actividad puramente docente hasta fines de 1976, donde las clases teóricas eran dictadas los fines de semana por profesores viajeros, dejando para los docentes locales las clases prácticas. El segundo período puede establecerse en 1976, donde el Rector Raúl Cruz reunió a los docentes de todas las categorías para exponer un plan prospectivo a diez o quince años. Éste estaba destinado a dotar a las Facultades con un alto porcentaje de docentes con residencia permanente en las diversas sedes, con dedicación exclusiva y con laboratorios de investigación, previendo que “en un futuro” los cargos deberían ser obtenidos por concursos.
Fue en 1977 cuando se pone en práctica la idea del Dr. Alberto Taquini, de fortalecer las universidades que actuaban en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, supeditando tal apoyo al compromiso que autoridades y egresados tomaban para realizar Doctorados en diversos laboratorios del país. La idea de Taquini fue apoyada por el Rector, Dr. Raúl Cruz y por el Decano, Lic. Roberto Moroso, así como por un grupo de recientes egresados en la Licenciatura en Cs. Físico-Matemáticas. La primera camada constó de cinco personas, las que se formaron en temas relacionados con Láseres y Física Atómica y Molecular y con la Metalurgia Física. Contemporáneamente, la CICPBA y la Universidad fueron cerrando acuerdos para la construcción de un Campo Universitario y la dotación de los diversos laboratorios. Otras de las actividades ofrecidas por la CICPBA y tomadas por la Facultad, fue la visita de un número importante de profesores de La Plata y de Buenos Aires para dictar cursos de actualización, donde contaban acerca de sus últimas tareas de investigación. Tuvimos, entre otros, la generosa respuesta de Roberto Gratton, Héctor Vucetich, Huner Fanchiotti, Mario Garavaglia, Héctor Ranea-Sandoval, Héctor Rabal, Jorge Tocho, Heraldo Biloni, así como de Daniel Ávalos, de la Universidad de Mar del Plata. Se generó un fuerte vínculo con el Departamento de Física de la UNLP; tal es así que en el lapso comprendido entre 1978 y 1983, ocupó la Dirección del Departamento el Dr. Ángel Plastino, luego presidente de la CICPBA con el retorno de la democracia, y más tarde Presidente de la UNLP en dos oportunidades. Este hecho trajo aparejado que en un corto lapso, muchas asignaturas comenzaron a ser dictadas por investigadores jóvenes al mismo tiempo en que se comenzó con la compra de las primeras colecciones de revistas científicas.
El período entre 1977 y 1981 se caracterizó por la presencia de varios graduados cursando el Doctorado mientras se compraban los correspondientes equipos. Faltaba una cuestión de la máxima importancia para el crecimiento del Departamento: el asentamiento permanente en Tandil de algunas personas formadas o, mejor aún, la llegada de algún grupo de investigación ya conformado. Era importante contar con personas con experiencia, no solamente en la pura investigación, sino también en las relaciones con los organismos promotores de Ciencia y Técnica, en la gestión de subsidios y otras actividades escasamente gratificantes, pero imprescindibles. Este paso crucial se produjo en agosto de 1981, cuando se acercó a Tandil el Dr. Roberto Gratton, a quien ya conocíamos por las diversas actividades antes nombradas, con el fin de conocer el interés de la Facultad en que se trasladaran él y parte de su grupo a nuestra ciudad. Ello ocurrió a principios de 1982 y el compromiso de la Facultad y de la Universidad era la construcción de un edificio en los terrenos recientemente adquiridos, de 55 ha., donde se comenzaba a construir el Campo Universitario. El laboratorio, denominado originalmente Instituto de Física Experimental (ahora Instituto de Física Arroyo Seco, IFAS) fue inaugurado, conjuntamente con numerosos instrumentos, en abril de 1983.
Hay que hacer notar que a fines de 1981 el Departamento no tenía ningún doctor en su planta permanente; en abril de 1983 ya contaba con media docena. En el recientemente construido Laboratorio, se trabajaba en temas vinculados con la Física de Fluidos y de Plasmas, en Láseres así como en Espectroscopia Atómica y Molecular. También es dable destacar que se fomentó fuertemente la interacción con diversos centros del extranjero, con egresados que viajaron allí para perfeccionarse.
Por otro lado, una proporción importante de egresados se orientó hacia temas que tenían que ver con la Metalurgia Física y con la técnica de aniquilación de positrones, aplicada a los temas antes mencionados. Esto dio origen al segundo Laboratorio importante con que cuenta el Departamento: el Instituto de Física de Materiales (IFIMAT), que tras haber funcionado varios años en edificios alquilados en el centro de la ciudad pasaron al Campus Universitario en 1990. Hay que mencionar que, aún para 1986, ya con varios Doctores, el Departamento aún necesitaba de varios profesores viajeros para el normal dictado de las asignaturas. Fue común idea de los integrantes la de invitar a profesores de otras Universidades a radicarse en Tandil. Este proceso llevó alrededor de seis años; efectivamente, las últimas incorporaciones se hicieron a principios de 1992. Luego, la necesidad de reforzar armónicamente los otros Departamentos de la Facultad, necesariamente operó en contra del posterior crecimiento del nuestro, con gente externa con una experiencia ponderable.
Es importante destacar que la política del crecimiento armónico de la Facultad y no sólo del Departamento de Física, llevada a cabo en esos años, se debió a gestiones de gobierno de diversos profesores, que priorizaron una visión global por sobre una sectaria. La idea concreta comenzó con la llegada de Roberto Gratton y algunos de sus colaboradores, a principios de 1982. El compromiso mutuo entre estos investigadores de radicarse en Tandil (algo que los egresados, ya encaminados hacia la obtención de los respectivos doctorados, queríamos) y la Universidad, para construir un edificio y dotarlo de instrumentos fue rápido, ya que la CICPBA había otorgado a la UNICEN el dinero para la compra de los terrenos para un Campus Universitario, y se había construido, por entonces, un Laboratorio de Biología Celular y Molecular. Así, el IFAS fue el segundo edificio construido en tal Campus.
En un comienzo, los temas de trabajo tuvieron que ver con temas experimentales y teóricos sobre Física de Plasmas, Láseres Gaseosos y sobre Espectroscopia Atómica y Molecular. Desde el principio, el IFAS contó con dos talleres de apoyo, uno en Mecánica y el otro en Electrónica. En el corto lapso de dos o tres años, de aquellos primitivos tres grupos de trabajo, ligeramente hablando, surgieron otros nuevos, sobre Mecánica de Fluidos, Descargas Eléctricas y Espectroscopia de Plasmas. Mientras las colaboraciones con los laboratorios de otras Facultades, donde se habían realizado las Tesis Doctorales continuaban, los nuevos temas comenzaron a desarrollarse en forma cada vez más independiente. Con el proceso de acercamiento de otros profesores, el IFAS se convirtió en un instituto interdisciplinario. De los pocos temas con los que se trabajó en sus inicios, actualmente se trabaja en las siguientes ramas: Espectroscopia de Plasmas inducidos por láser, Plasmas Densos Magnetizados, Óptica de Sólidos, Electrónica Cuántica, Láseres de Semiconductores, Óptica de Medios Turbios (u Óptica Biomédica), Paleomagnetismo y Magnetismo Ambiental, Flujos de Superficie y Fenómenos de Interfaz. En muchos de los casos, hay una fuerte componente en aplicaciones a la Física Médica y al Medio Ambiente, amén de un grupo denominado Físicoquímica Ambiental. En resumen, el IFAS cuenta con 36 investigadores, de los cuales 29 son Doctores; el 100% de los investigadores lo son del CONICET o de la CICPBA. Los mecanismos de financiamiento son a través de subsidios de la ANPCyT, CONICET y CICPBA; los centros del país y del exterior con los cuales los integrantes del IFAS realizan tareas genuinas en colaboración son innumerables.
Por otro lado, también se desarrolló el Instituto de Física de Materiales Tandil (IFIMAT). En este caso se trata de un Instituto donde los diversos laboratorios trabajan en temas relacionados con la metalurgia física: Radiaciones Nucleares Aplicadas, Solidificación y Propiedades Mecánicas y Transformaciones de Fase. Si bien, en gran forma más homogéneos en sus temas, las cabezas de grupo tuvieron, distintos antecedentes y directores de tesis, proviniendo de la Sede Constituyentes de la CNEA, de la UNLP y del Instituto Balseiro. Aunque en un principio la palabra “materiales” podría haberse sustituido por “metales”, lo cierto es que desde hace varios años también se han hecho distintos aportes en el área de polímeros, lo que indica lo adecuado del nombre del Instituto. En suma, el IFIMAT cuenta con 20 investigadores, de los cuales 14 están ya doctorados. Como en el caso anterior, los centros del país y del exterior con los cuales los integrantes del IFIMAT realizan tareas genuinas en colaboración son innumerables.
Para finalizar, si tenemos en cuenta que los primeros egresados que comenzaron a realizar tareas de doctorado data de 1977 y finalizados a partir de 1982, y que el primer edificio equipado es de 1983, hasta que nuestro doctorado fuera reconocido como Muy Bueno por la SPU, podemos decir que el balance es, básicamente, positivo. Actualmente, el Departamento cuenta con 56 investigadores, de los cuales 43 de ellos son doctores; el porcentaje de personas que están en las carreras del investigador CICPBA/CONICET es del 100%.
Una de los hechos positivos del Departamento es haberse responsabilizado, desde hace varios años, del dictado de una Licenciatura en Tecnología Ambiental, orientada hacia los aspectos físicos de la problemática (geofísicos, fluido-dinámicos, espectroscópicos). Esto ha hecho que haya varios grupos que han orientado parte de sus tareas a cuestiones de esta índole. Es de destacar que se ha hecho efectiva la creación, conjuntamente con el CONICET, de una Unidad Ejecutora, el Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería (CIFICEN), que integraremos con otros institutos de la Facultad de Ciencias Exactas y de Ingeniería de la UNICEN. Con el conjunto de varias Unidades Ejecutoras se espera poner en funcionamiento un Centro Científico Tecnológico con sede en Tandil.